He leído despacio para que no se me acabase pero al final ha pasado lo que tenía que pasar…Se terminó. Repaso los subrayados y anotaciones y me dan ganas de volver a empezar a leer Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina. Un análisis de la España pre-crisis, 253 páginas de literatura y ciudadanía de mi escritor preferido. Por ejemplo, página 107:
”Si una ciudad o una provincia o una comunidad contigua ya disponía de aeropuerto, de palacio de congresos gigante o campus universitario, el efecto no era racionalmente disuasorio, sino justamente lo contrario: en vez de considerar que quizás no valdría la pena duplicar lo que ya existía tan cerca se acentuaba la urgencia de poseerlo también. Si lo tienen esos porqué no vamos a tenerlo nosotros”