Pongo música a un nuevo poema de Adolfo Burriel Borque. Esta vez, de su primer poemario, La ciudad nombrada, un libro que es en realidad un largo poema precioso y envolvente. Así que mi canción es tan solo una pequeña parte de la ciudad nombrada.
Letra: Adolfo Burriel Borque
Música: Miguel Ganzo Mateo
Cuando se adentra el gozo mas sencillo
por alguna rendija del oscuro
camino de moverse entre los días,
crecen en torno incluso las afueras
o remite el cansancio de los tiempos,
entonces, la ciudad, también entonces,
tiene su mismo nombre de ciudad.
Cuando penetra un canto de esperanza
en el umbral, y avisa y reconoce
la alegría, o entonces, cuando llegan
las manos de ternura hasta la piel
en una aurora azul de llamaradas,
también en esas horas, cuando llegan,
también tiene su nombre la ciudad.
Cuando el calor de las celebraciones
acelera los pulsos, las presencias,
y es cierta la ciudad y sus paisajes,
cuando el vino, las puertas, los afanes,
entonces, cuando todos, cuando brotan,
como fuentes, los labios recobrados,
también persiste entonces la ciudad.
Entonces, la ciudad,
también entonces,
cuando el tiempo redondo de la luna,
tiene su mismo nombre de ciudad.
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